martes, 28 de marzo de 2017

Importante reflexión sobre el respeto

Hola amigos, últimamente he estado un poco ausente ya que me está siendo difícil dedicarle tiempo al blog por motivos personales. Hoy os traigo un tema casi recién salido del horno que nos va a hacer reflexionar.
Todos o casi todos a lo largo de la semana pasada habréis oído hablar de la pelea que se llevo a cabo en medio de un partido de fútbol de infantiles. Para quién no haya oído hablar de ello, adjunto el link de la noticia en la que aparece el vídeo de lo sucedido. 
Las emociones que me vienen tras visionar el vídeo son miedo, pena y vergüenza. Siento miedo de que hayamos llegado a este punto, no solo en el ámbito del fútbol sino en muchos más. Hemos llegado al punto en el que la violencia le gana la batalla a la razón, a la reflexión y al diálogo. Esta situación nos muestra como la gran mayoría de personas, aunque no lo creamos, reacciona ante algo que no le gusta. En lugar de pararnos a pensar y a dialogar si estamos en desacuerdo con algo o si nos ha molestado, lo primero que hacemos es agredir tanto física como verbalmente, y después ya si eso se reflexiona. Siento miedo ante esto porque si continuamos así llegará el día en el que todos nos agredamos como salvajes por cualquier cosa y será ahí entonces cuando hayamos perdido el mayor poder del hombre: la razón. También siento pena y vergüenza, y esto es porque vivimos en una "continua competición" en la que no tiene cabida la derrota, y esto no debe de ser así, Por culpa de esto, se pierde el sentimiento y la esencia de muchos deportes, como en este caso el fútbol, muchos niños disfrutan jugando al fútbol, ganen o pierdan, y disfrutan tanto entre los jugadores de un equipo como con sus contrincantes. Esto a muchos padres se les olvida, se centran en que su hijo debe de ganar el partido y eso es todo, da igual si se ha divertido o se siente feliz jugando aunque no gane. 
Yo pertenecí durante muchos años a un equipo de balonmano, y si os digo la verdad no era muy buena en el juego, pero eso me daba igual, porque disfrutaba muchísimo jugando. Por aquel entonces habían padres que se lo tomaban muy a pecho pero por suerte a mis padres les daba igual si ganaba o perdía, o si me sacaban más o menos, solo les importaba que me divirtiera jugando, y así era. Esto es algo que podemos llevar también a otros ámbitos como la escuela, A veces, muchos padres están en continua competición con otros por sus respectivos hijos, y esto es algo que los maestros tenemos que mediar y conseguir evitar. 
Una forma de evitar que se den estas situaciones es llevar a cabo dinámicas o convivencias en las que los padres se conozcan y así evitar los prejuicios que puedan tener entre ellos o sobre los compañeros de sus hijos. Por ello, además de una convivencia solo de padres fomentaría una de padres e hijos para mejorar la relación entre padre-hijo y a su vez la convivencia entre padres con padres y padres con alumnos.
Os animo a echar un vistazo a esta guía de convivencia, aunque solo es para alumnos creo que puede ser muy interesante, porque nuestros alumnos serán los padres del futuro, si trabajamos con ellos la convivencia y el respeto seguramente cuando sean padres serán respetuosos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario